La punta seca
Rembrandt "Los vagabundos" Punta seca
Primero que nada hay que aclarar que el hacer grabado es igual que todas las demás artes plásticas en lo que respecta a sus dos aspectos constitutivos básicos: el aspecto artesanal y el aspecto creativo. La parte artesanal no implica que el grabado sea una artesanía más aunque puede llegar a serlo si es que la parte creativa se limita a repetir infinitamente el mismo patrón o diseño usando siempre las mismas técnicas lo que constituye la característica principal de las artesanías cualquiera que estas sean. En el grabado el aspecto manual es tal vez más complejo y más importante que en las otras artes plásticas porque requiere de cierto alto grado de habilidad manual para poder manipular por lo menos satisfactoriamente las muchas y variadas técnicas que ofrece. De no existir destreza manual es muy difícil que se pueda controlary ejecutar por ejemplo un grabado al buril ya que es una técnica o método difícil como ninguna otra. Tanto el buril como la puntaseca son considerados por algunos autores como técnicas directas del grabado en metal mientras las técnicas indirectas serían el aguafuerte, la granitura o graneado y el barniz blando. La puntaseca tiene una propiedad o cualidad expresiva intrínseca que es su efecto misterioso y aterciopelado en contraposición con el buril que es dinámico y nítido. Esta cualidad misteriosa es solo comparable con las veladuras de la pintura al óleo. La punta seca es famosa por producir hermosos y misteriosos negros que dan la sensación de abrirse de adentro hacia afuera a pesar de ser un instrumento básicamente lineal como el aguafuerte. Estas líneas se producen en el metal ya sea este cobre, zinc o acero blando con un punzón agudo sumamente afilado haciendo arañazos o hendiduras con presión lo que produce una línea con rebaba (la misma que se produce al afilar un cuchillo).
Durer 1512 "San Jeronimo" Punta seca
Otra notable característica es que produce una gran cantidad y variedad de tonalidades las que se pueden siempre controlar con el raspador para eliminar alguna porción de rebaba o con el bruñidor para aminorar algunos tonos y velos hasta producir una mayor cantidad de valores del claroscuro. También se pueden eliminar totalmente las rebabas con el raspador para así dejar solamente los surcos o hendiduras a la manera de un aguafuerte. Altamente recomendables son las antiguas agujas de victrolas por ser hechas de un acero con un gran contenido de carbono lo que las hace muy duras aunque algo quebradizas. Estas estrías o hendiduras luego son impresas al igual que cualquier otra técnica del grabado en metal en blanco y negro con la diferencia que es más delicada de tratar que el buril o el aguafuerte. Al imprimir puntaseca a color se logran gradaciones de los matices de grandes variedadesy sutiles velos del color usado. Este efecto se enriquece y multiplica aún más cuando son impresos varios colores a la puntaseca en el mismo grabado. La rebaba de la puntaseca constituye su principal característica y es producida por el punzón que no elimina materia como el buril o el aguafuerte sino que la desplaza a los costados de la línea hendida. Si el punzón o puntaseca se inclina hacia uno u otro lado producirá una mayor rebaba en el lado opuesto, si se controla la puntaseca y se dibuja inclinándola ligeramente hacia adelante será más fácil de dibujar ya que encontrara menos resistencia y producirá menos rebaba. La puntaseca es una técnica muy delicada que exige y requiere gran dominio del dibujo y no ha sido tan explotada tal vez porque nunca fue un sistema de reproducción popular para ilustraciones de libros y afines como el aguafuerte o el buril debido a que las rebabas se pierden fácilmente con la presión de la prensa, el limpiado de la tarlatana o el entintado mismo disminuyendo el tiraje de la edición a unas 15 0 20 copias siendo las primeras 5 u 8 las mejores. Especial cuidado ha de tenerse con el entintado. No es recomendable entintar con un cuero enrollado ya que este eliminara algo las rebabas. Lo mismo sucede con el entintado con un trozo de cartón o con un rodillo. Lo más aconsejable para entintar es con el dedo medio de la mano, aunque algo lento pero no daña las rebabas.
También hay que tener cuidado con la tarlatana porque si es nueva producirá al frotarse con las rebabas una pelusilla que una vez mezclada con la tinta se notará en la impresión final. Si la tarlatana tiene mucha tinta vieja endurecida, ésta seguramente dañará las rebabas. Otra inconveniencia de la puntaseca es que tiende a tropezarse con el metal dejando una línea un tanto quebrada si no se tiene cierto dominio de la técnica. Esta dificultad inicial se puede soslayar inclinando la aguja hacia adelante logrando así una mayor fluidez del trazo. También es recomendable ejercitarse haciendo dibujos y trazos con puntaseca en láminas de acrílico o plásticos duros hasta adquirir la confianza y destreza necesaria para más tarde enfrentar el cobre.
Rembrandt 1643 Los tres arboles - Punta seca y buril
Rembrandt 1630 "Autoretrato" Punta seca
La primera puntaseca de la que se tiene conocimiento es la llamada Los Vagabundos del Maestro del Gabinete de Amsterdam o Maestro del Housebook que data de 1480 y que trabajaba como impresor y copista haciendo grabados de pinturas alemanas famosas de la época en una imprenta de los tiempos de Durero (fines del Siglo XV) en la ciudad de Mainz, aunque parece ser que era oriundo de Utrecht. Se le llama así porque la mayoría de sus trabajos (80 grabados) se encuentra en el Gabinete de Estampas del Rijksmuseum de Amsterdam de un total de 91 grabados que son sumamente raros. También se le denomina Maestro del Housebook porque realizó un libro de dibujos a la acuarela que perteneció siempre a la noble familia alemana de Waldburg-Wolfegg hasta el año 2008, cuando fue rematada en 20 millones de dólares a un coleccionista suizo. El Maestro de Housebook y Martin Schongauer tuvieron una decidida influencia en Alberto Durero. De acuerdo a las investigaciones realizadas por A. Hyatt-Mayor, Curador del Departamento de Dibujos y Grabados del Museo Metropolitano de la ciudad de Nueva York, el Maestro de Amsterdam se trataría de Erhard Reuwich (rooiiibijj). Es, sobre todo, en la obra de Alberto Durero (1471-1528) y más aún en la de Rembrandt van Rijn (1606-1669), en las que la puntaseca alcanza la cima de la perfección. No se sabe de grabados en metal producidos solamente a la puntaseca por Rembrandt, a excepto de su famoso autorretrato con los ojos desorbitados, (que es un modelo del achurado de líneas que se puede lograr con esta técnica), o Goya aunque ambos la usaron para, por así decirlo, para rematar sus grabados. Más tarde la emplearían artistas como: James McNeill Whistler, Emil Nolde, Aguste Rodin, Edvard Munch, Pierre Bonnard, Max Beckmann, Pablo Picaso, Joan Miró, Marc Chagall, Lovis Corinth, Jacques Villon, entre muchos otros más.
Llama la atención que fuera usada por todos grandes dibujantes y una vez que el lenguaje plástico ya estuviera consolidado o mejor dicho cuando el estilo o manera de hacer imágenes ya estuviera definido y se tuviera suficiente dominio sobre él y que la urgencia expresiva exigiera una técnica más rápida y espontánea que las otras técnicas del grabado. Pareciera ser que durante la lenta formación de un lenguaje plástico el operador inevitablemente produce innumerables “errores” o ensayos no funcionales que generalmente son descartados, pero a medida que se van descubriendo los nuevos elementos o vocabulario, por medio del viejo pero efectivo sistema del ensayo y error, se va articulando una gramática que permite organizar un sistema comunicativo. Con todo el debido respeto a la retórica Lingüística debo aclarar que este proceso es muy parecido al aprendizaje de un idioma o al hablar de los niños con la muy gran diferencia que en ambos casos los aprendices reciben un lenguaje ya formado del medio ambiente, o sea, de la sociedad y la cultura en que están insertos y los creadores, de cualquiera de las Artes, hacen uno totalmente nuevo, en el estricto sentido de ser inédito o sea algo jamás antes publicado. Algunos artistas viven este proceso una sola vez en su vida y otros varias veces lo que no significa necesariamente superioridad alguna.
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