Al cano
Mauro Basáez
Ejemplo de texto, del 21 agosto. Les habitants des hauts plateaux craignent que le projet ne les prive de leurs ressources en eau. | Chile/Cecile Bouscayrol
- “Al caño”
- 2006
- Taza de baño muñecas pinturas
- 80 x 40 x 30 cm
- ©
Bajo estas líneas me propongo poner en práctica la teoría del intuía, con respecto a la valorización de la imagén-objeto. Llevar, visual y explícitamente lo que la oración nos entrega y de paso intencionar una lectura entre líneas.
Con lo respecta a la discusión del aborto, se entiende que es primordial para quien observa. Es por ello, que mantengo una potura neutra con respecto al tema, dejando al espectador sacar su propias conclusiones.
Como resultado de esta acción, el observador se preocupa de proteger, y no dejar que transgredan sus valores. No es capaz de caer en cuanta ue lo entregado no es más que la visualización de una oración reflexiva.
De esta forma se siente agredido por el contexto y la ubicación en que se desarolla la escena, es decir, la Catedral, pues no da lo mismo emplazar la acción de arte en ese lugar, que cinco metros más allá, en la Plaza de la victoria, donde carecería de cualquier valor.
Explícita, sí, grotesca, si se quiere, también ; pero esta acción de arte no deja de ser sólo una imagen que activa la “mochilla valórica” de quien la contempla y en ese sentido creo que el objetivo se logra a cabalidad, pues la reacciones, así se confirman.
Tuvo que ser retirada en dos ocasiones por Carabineros, en esta última, derivada al 3° Juzgado de Policía Local, curiosamente con argumentos que se alejan de los que se podrían pensar, como desorden en vía pública, transgredir la moral y las buenas costumbre o simplemente por no contar con el permiso municipal que permite actividades en la vía pública.
Irrisoria sorpresa... la obra fue levantado como especie abandonada en vía pública, estando yo presente.
Al caño se desarolla junto a la “Oración a los niños nonatos”, ubicada a un costado de la Catedral de Valparaíso. Ella nos dice :
Nos mataron porque dijeron que estábamos de más, como Herodes considero que Jesús estaba de sobra. Todo fue en el silencio del vientre de nuestra madre, nos despedazaron, nos ahogaron, nos envenenaron con la frialdad de un verdugo.
Por nuestra muerte se pago dinero, precio de sangre como el que recibió Judas. Tiraron a la basura nuestros pequeños cuerpos o quemaron en un incendio, para que no quedará rastro de nuestro asesinato. Ni siquiera tuvimos una sepultura o una lápida. No llgamos a tener hambre ni pudimos recibir el bautismo.
Solo somos parte de un número macabro de varias decenas de millones de años. Coloboraron, en muestra muerte, poderosos de este mundo, algunas que juraron respetar la vida, he incluso nuestros propios padre.
Que nuestro grito salve a otro niño!