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La fuente de la vida

Martín Verdejo

Ejemplo de texto, del 21 agosto. Les habitants des hauts plateaux craignent que le projet ne les prive de leurs ressources en eau. | Chile/Cecile Bouscayrol
  • “La fuente de la vida”
  • 1980
  • Steatite
  • ©

El seno simboliza la feminidad. Su función biológica atribuye un rol nutricio, la vida del recién nacido dependiendo de la lactancia materna. El tema sigue siendo actual. Los seres humanos expresan su fascinación por el pecho nutricio creando obras sorprendentes, a vocación laica o religiosa. Este atributo femenino es a veces amplificado. En la antiguidad, la diosa griega Artemisa (diosa virgen y partera, protectora de las mujeres embarazadas y luego del parto) tiene pechos múltiples ("polymastos" en griego o "multimammia" en latín), que incita a comparar con las madres diosas heredadas de Anatolia o Creta.

La iconografía cristiana ha desarrollado el tema dándole como figura la “Caridad romana”. La Caridad amamanta generalmente o niño pequeño, pero también puede nutrir a un anciano, los artistas sobrepasando las normas del pudor. Esta etapa se refiere a la historia reportada por Valerio Máximo (De pietate in parentes, Libro V, 4 ext.1) de un padre llamado Cimón nutrido por su hija durante su reclusión mientras sus carceleros detuvieron de alimentarlo. Citamos por ejemplo de Peter Paul Rubens la pintura "Caridad romana". La fe, la esperanza y la caridad son las tres virtudes teologales a las cuales se suman cuatro virtudes cardinales (Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza) Estos siete virtudes enfrentan a los siete pecados capitales. La Caridad Romana representa tres de las siete obras de misericordia que son la asistencia de los reclusos, la gracia de abrevar a los que están sedientos y ése de alimentar a los hambrientos. Es decir cuanto la simbólica del seno excede la representación iconográfica en si misma.

Con "La Fuente de la Vida" Martín Verdejo ofrece su versión simbólica del seno. El título es claro, vuelve a la idea de la fertilidad femenina que permite la vida. Su escultura tiene tres pechos dispuestos en tres lados distintos. La presencia de tres senos a menudo evoca diferentes edades : la infancia, la madurez, la vejez. La forma general de la piedra incluye una punta que orienta la mirada hacia la parte superior de la obra. El artista siguió la forma de la piedra y hábilmente esculpió su obra, sin detenerse a darle una silueta de mujer, sino más bien sugeriendo la fertilidad.

Cecile Bouscayrol

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