Angeles rebeldes

Jorge Martínez

• “Ángeles rebeldes”
• 2012
• Aguafuerte
• 56,6 x 50 cm
• ©

Hay autores que atribuyen el origen del Aguafuerte al Nielli y al Bulino (arte del Buril) en Europa, que eran técnicas de talleres de orfebrería medievales mediante las cuales se producían incisiones en metales para posteriormente ser rellenas con diferentes materiales a fin de decorar armas, joyas, emblemas, escudos y armaduras. Esta forma de grabar en metal podía ser directa, con una herramienta especial llamada Buril, o indirecta, por medio de ácidos corrosivos. Esta técnica, en el grabado en metal actual, requiere de gran prolijidad y pericia en su ejecución por cuanto se emplean ácidos relativamente fuertes (nítrico o clorhídrico) que pueden malograr fácilmente los resultados, además y a diferencia del grabado en madera, requiere de una máquina de impresión especial o prensa, llamada tórculo. Los Aguafuertes de Jorge Martínez están dentro de la más pura tradición de los grabados de Rembrandt y Goya que, entre v arios más, son los máximos exponentes de esta técnica del grabado en metal y que preferían, como pintores, explotar las vastas posibilidades de elaborar amplios espectros de grises que ofrece este método. Esta última cualidad es una de las principales características de los paisajes interiores de Jorge Martínez, fuera de su muy depurada técnica, y logra grandes atmosferas no exentas de fuerza y, sobretodo, de monumentalidad, evocando un mundo de florescencias en desarrollo.

Víctor Femenías