Retorno
Bitácora y otras cuestiones
Juan Cameron
Lamento del centro delantero
Siempre supe que yo era el mejor de la cuadra
pero a los otros dale con juntas de vecinos
con el hermano de la reina del curso
con el heroico hijo del defensa central
compañero del Partido ahora exonerado
Siempre supe que yo era el mejor de la cuadra
el de las cartas de amor el de las palomitas
el de la media chilena y el cabezazo en el área
el inventor del chanfle envenenado
Aquellos me copiaban hasta el modo de andar
Yo no quería más baile
fui el artífice de cuanta dicha aquellos aplaudían
como anónimo chino como asunto de otro
Me reía observando afuera del tablero
me lloraba mirando la fiesta y la vecina
Siempre supe que yo era el mejor de la cuadra
y ahora me repiten que no me conocían
me confunden con otro
y me abrazan
y alaban en su nombre las cosas que yo hice.
Infancia
La memoria del revólver que mi primo tenía
no existe
El disparo del arma en esa tarde aquella
no existe ha muerto
fue como una idea que se esfumó de pronto
fue como ese primo:
aire más registro en esta hoja herida
por la bala que gira con el tiempo.
Avenida Los Castaños
La oruga enrollada así una espora salta y cae entre las hojas
El maestro de Zoología nos habla en lenta voz
de la metamorfosis
y los casi adolescentes de entonces miramos tras los vidrios
el paso de las nubes y la tarde
Más allá se combate en Cienfuegos
Argelia se estira por salir de su corteza
y nosotros recorremos las calles alfombradas
camino al internado a cumplir el castigo
o a mirar las muchachas de regreso a sus casas
La oruga cae entre las hojas y se estira
Pasa toda una vida secretamente oculta
ajena a nuestros pasos
Los casi adolescentes partimos cada uno a su camino
Las nubes no dejan de pasar así los años
y a la vuelta de todo
a medio siglo de esa tarde recordamos la oruga
Es hermosa -decimos- y agregamos colores a su historia
y hablamos de nosotros:
destos muchachos ya cansados y serenos.
Costanera
El olor de los rieles en la costanera
esos altos aceros asoleados
entre los durmientes de la siesta
y más allá las aguas, los barcos, los columpios
el ganado encerrado camino al matadero.
Y el olor a carbón que bajo andariveles
arrastraba los buses a esa viña
del mar junto a automóviles y oleadas
de oscuridad y tardes y faroles.
Y el olor a café que los tíos mezclaban
con tostado de trigo para sus visitas
aún penetra en las fosas como ese humo opaco
confundido en la niebla.
El mar, el mar tenía olor a mar
a mariscos y a peces y a canastos
y la feria era un doble generoso sentido
de bosta y de herradura.
¿Qué grifo ahora gotea
tristezamente lento desde el fondo
de la última pieza?
El puerto era un soleado estandarte de buques
Hoy es pura memoria.
Casa de familia
Un día se incendió con ratas y recuerdos
se llevó con sus llamas arrastró con el humo
los días reunidos
aquella galería que el sol atravesaba sus muros de madera
desayuno con padres y con gritos algún azucarero
derramado en la historia
el baño reventado por aquellas familias
que llegaron en hordas a vivir en el fondo
las viejas oficinas practicantes contables
academias de corte arquitectos novatos
Son cuartos y son nombres que crepitan ahora
como gatos en celo en el techo del medio
y los ruidos de arriba junto a los palomares
cuando se va de compras al pan de la mañana
Todo crepita y arde
La imagen se diluye sobre este celuloide
agrietada quebrada donde el rostro se une
a un cuerpo que resuena con un fragor de huesos
parecido a las ramas de un otoño en el cine
y al viento que empujaba las sombras a la calle
así el baño tapado destapado de pronto
arrastró ese escenario por el resumidero
Ya nada hermoso queda ni tampoco horroroso
camino hacia algún cielo o acaso a las cloacas
Adiós piezas del fondo adiós malditos días
Íntegra la materia se renovó en sus llamas.
Bárbara
Tuvo días hermosos como rayos caídos
días como las migraciones
dejando sobre el cielo un surco entre las nubes
Tuvo días y pasos pisados por la nieve.
(Responde cuervo:
¿Urraca
picaraza o mariquita
mirlo o tordo?)
Se estrelló contra el mar porque era suave
porque era hermosa y la vida sólo un trazo
Su vuelo acaso plumas paloma entre los peces.
Poema de madrugada
1
De tu cintura se desgaja una nube
Los cúmulos
chocan tras las chimeneas
cuelgan de los techos
se acumulan
deshilachan
Hay estratos sobre la bahía
La colcha alzada en la tormenta
descubre tu cadera.
2
La madrugada cruje
¿Qué ríos desembocan en tu sueño?
Ah! Cómo se despueblan las fotografías
y se hace invisible tu memoria
3
No confundas los reinos imaginarios
con los reinos flotantes
ni hagas mucha cuestión de los puertos que bien pueden
ser reinos nada más y tú sino su siervo
y lo único imaginario es la tierra que pisas
y el tiempo
el agua donde flotas sin reino.
4
Sabíamos que los caballos no galopan el mar
sabíamos
que en los puertos
no hay jinetes azules
ni grandes balones
ni ases de espada girando a la deriva
veloces
e inflados
por dársenas y rocas
(la madrugada cruje
las islas son a cuerda las nubes submarinas
y al fondo en la bahía tú duermes contra el cielo)
Sabíamos
que aquellos no tocarán mi corazón
que sólo son imágenes
de un sueño
en madrugada.
5
Había un árbol frente a la ventana
la mar sobre la otra
Un día hubo un eclipse
lloraban los perros, los vehículos
se detuvieron en las avenidas
Esa tarde fue otoño
deshojaron las ramas y en su alfombra
durmió la oscuridad
El mar se silenciaba en las arenas
el mar se silenciaba
Dicen que ha florecido nuevamente
que los autos hoy ladran de alegría
y saltan los perros en las olas
Que el sol ha vuelto dicen
allá lejos.
6
La hoja que vibra y cae
y la hoja que trémula sostiene
el temblor de la rama como un péndulo
son partes de ese árbol todavía
La nieve que se niega y sigue leve
sostenida en el aire de la noche
La anochecida tarde que se extiende
sobre su propia sombra es una espera
extensa como el plazo o la distancia
como el camino a ser en ese instante
el trémulo presente sobre el péndulo
que es puro movimiento imagen nada.
7
El tiempo es alameda y amarilla
los días entre el musgo y el silencio
que más rápido pasa y los consume.
y brilla cuanto a la luz rechaza
Es la oscuridad lo que le atrae
El tiempo
un zorzal sobre el ceibo ya casi un extranjero
8
Septiembre sería la tarde en el recuerdo
por el día de sol y el viento
septiembre sería por el ruido de perros
y el silencio allá lejos
Septiembre y en el sur
pero en el sur del tiempo
de una infancia sin sombras
(atardecer de tedio)
Septiembre y un jardín
y un patio de castigo
todo duerme en el tiempo
inmanente tendido.
9
Abajo de las nubes
platanares cafetos chozas destartaladas
La calle era cemento sobre el sendero verde
del trópico incipiente
A los pies la ciudad altas torres comercios
y en la cercana cumbre
los jotes en vigilia así avionetas
que buscan combatientes desplazados de guerra
traficantes de nubes huidas del rebaño
que adorna la ciudad.
10
Hay un lugar secreto en lo secreto
y ninguna palabra derribará su imagen
Las palabras no alcanzan se esfuman se disuelven
en un aire olvidado en la memoria
Allí se armaron y desarmaron casas
las calles cambiaron de sentido y los barrios de oficio
los árboles de entonces ya no son esos árboles
y la sombra es la tarde del paisaje: una sombra
carente de lenguaje para explicar su mundo.
Publicado por
Juan Cameron