Magía en el taller de Martín Verdejo
© Martín Verdejo 1972 Exposición individual - MNBA Santiago
Martín Verdejo es pasionado por la escultura desde tantos años que no se recuerda cuando empezó. Sus padres siempre lo apoyaron en desarrollar su talento. El estudió en Viña del Mar, junto con su amigo Juan Caballero, y siguió los cursos de Juan Guzman y Ricardo Santander. En 1972, Martín Verdejo es invitado por la Presidencia de la República a organizar una exposición individual en el Museo de Bellas Artes, Nemesio Antúñez siendo el Director.
“El arte ha sido mi vida. Es bonito cuando uno se sacrifica por el arte. Cuando empezé fue difícil de estudiar, trabajar y tallar.” Martín Verdejo
Luego a una vida compartida entre su trabajo en los ferrocariles y la escultura, Martín Verdejo dedica ahora todo su tiempo a la enseñanza en la Escuela de Bellas Artes de Limache y en su taller. Acoge a sus alumnos con mucho cariño. El taller de Martín Verdejo tiene una alma, uno se siente quieto y cuando es la hora de partir ya piensa en volver para disfrutarlo. Todos los martes, cerca de Limache, en camino fundo Los Laurales altura Poste 95, les espera Martín Verdejo para aprenderles todo lo que sabe.
Fotos Cecile Bouscayrol © Martín Verdejo - El taller
Es cierto que pocos artistas tienen un taller escondido en el campo, entre las montañas, al lado de un estupendo invernadero donde Martín Verdejo descansa mirando sus cactus. ¡Son tan números, tan lindos! Es un lugar para soñar. Cada cactus parece una verdadera escultura natural. La inspiración sube y tienes ganas de dibujar, de tallar... Martín proyecta construir un espacio para los niños, todos los niños, pues su hijo -a quien también le gusta mucho la escultura- cuida a niños Down.
Martín Verdejo es un hombre de mucho corazón, generoso, si podría cambiaría el mundo para que todos seamos felices, lo haría, pero el conoce sus límites y nos ofrece lo mejor que un hombre tiene : su amistad.
Fotos Cecile Bouscayrol © Martín Verdejo - El invernadero
Enviuado por
Cecile Bouscayrol