Máscara mortuoria 4

Esteban Sagredo

• “Máscara mortuoria 4”
• 2012
• Fierro
• ©

Este otro guerrero impresiona tanto parece todavía vivo. La máscara mortuoria inmortaliza el rostro del difunto, su cara apunta a al sol como un dios de la guerra volviendo a la tierra, una tierra por la cual luchó hasta la muerte. La máscara puede encarnar la divinidad que representa el muerto y por lo tanto ser inmortalizado.

Su tocado es magnífico: el pelo cuidadosamente trenzado una corona en la parte superior del cráneo. Escarificaciones han sido marcadas en las mejillas y la frente. El vestido está hecho de joyas : aros en forma de discos similares a los de las máscaras incas, piercing en la nariz y la barbilla. Perforar el septum (entre el cartílago y la parte inferior de la nariz) se utiliza para traer objetos de mayor tamaño con el fin de impresionar al enemigo o para atraer una pareja. La moneda en la depresión de la escotadura nasal, entre los ojos, es un rito funerario más elaborado, a menudo vinculado al paso en el mundo de los muertos, pago para no estar a vagar (la moneda se pone debajo de la lengua en la mitología grecoromana) Estos ornamentos son los signos distintos de una jerarquía social. Ellos pueden ser más complejos.

El trabajo dedicado a las máscaras de la muerte de Esteban Sagredo establece una relación entre el mundo de los vivos y el de los muertos más allá del arte y llevando a la noción de lo sagrado. Es un concepto que el hombre desarrolla desde tiempos inmemoriales y del cual las sociedades modernas se están alejando buscando a callar los sentimientos de miedo asociados con la evocación de los muertos.

Cecile Bouscayrol