Retorno
Algunas diferencias entre pintura occidental y pintura oriental
La “Historia de las capacidades” es la manera más común de escribir la Historia del Arte de un país, o sea, por medio de la vida y obra de sus grandes representantes. Este método es perfecto para presentar la historia del arte europeo por lo mucho que se sabe de la vida y obra de los grandes pintores y porque muchas de sus obras aún perduran. Pero este no sería un método aplicable al arte del Lejano Oriente. Primero, no se conoce la vida y obra de los tempranos grandes maestros de la pintura china. Vivieron hace muchos siglos y casi todas sus pinturas se han perdido. Segundo, un lector poco acostumbrado a la historia del lejano oriente está expuesto al aturdimiento que producen los nombres de dinastías y periodos, fuera del problema lingüístico de no saber pronunciar (ni en castellano) los sonidos de sus palabras (16 vocales producidos en tres tonos distintos). Tercero, no se puede apreciar el arte si no es dentro de su contexto cultural, o sea, en relación con la cultura de la que forma parte. Por ejemplo: quien no sabe nada del Cristianismo o de la tradición del humanismo occidental, se queda desconcertado ante la Creación de Adán de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, como les sucede a muchos de los turistas orientales que la visitan a diario. De igual manera, para apreciar el arte budista deberíamos tener una idea de lo que el budista cree.
Contrariamente al prejuicio extensamente difundido en occidente de que el arte oriental es solo “decorativo”, muchos se sorprenderían al descubrir que no es tan así. La gente poco familiarizada con la pintura del oriente cree con frecuencia que es una pintura limitada a unos cuantos temas decorativos tradicionales. Pero, los temas se extienden desde religión, historia, leyenda, retratos y composiciones, hasta paisajes, flora y fauna, mientras las técnicas varían desde el pesado empaste de los murales al delicado toque de tinta y acuarela que es tan familiar a los pintores chinos como lo es el óleo a los pintores occidentales. Aun dentro de ese aparentemente limitado medio hay una enorme variedad de técnicas, desde el fino y preciso trazo de los profesionales pintores de la corte por un lado, a los “esparcidores de tinta” de los expresionistas (que fueron la procedencia de los Abstractos Expresionistas de la Escuela de Nueva York y también de los abstractos expresionistas españoles, sobretodo de Antoni Tapies y su escuela.)
Para intentar entender el fenómeno de la pintura oriental hay que remontarse al aprendizaje de la escritura y del arte de la pintura que es diametralmente opuesto al occidental. Este último se aprende mediante la academia, o sea en ejercicios de copias del natural con distintas técnicas, enfatizando la adquisición del dominio de los aspectos formales fundamentales de la figuración: anatomía, composición, perspectiva, claroscuro, volumen, etc. Pero en oriente se aprende por manuales y más tarde copiando a los grandes maestros, si se tiene el talento requerido. Los manuales más antiguos y famosos (ilustrados con xilografías) son: el “Manual de Pintura del Jardín del Grano de Mostaza”. (1679) y el “Manual de Pintura y Escritura del Decimo Estudio del Bambú”. (1620). Estos manuales presentan una selección de formas típicas o convencionales como un vocabulario básico para aprender a pintar distintos temas paso a paso, de tal manera que cualquier persona con un mínimo de habilidad manual puede producir pinturas típicas chinas. Esto viene a explicar la enorme proliferación de pinturas chinas en todo tipo de cosas, desde cerámica y textiles hasta envases de todo tipo de productos. Está de más decir que los pintores chinos han venido enriqueciendo este repertorio de formas típicas hace mucho tiempo creando un verdadero lenguaje visual muy extenso. También, muchos pintores han aprendido copiando las grandes obras de la pintura china porque la originalidad, tan importante en nuestro mundo Occidental, no es una virtud en sí misma para el pintor chino. Un tema se puede haber pintado miles de veces pero lo que importa es el grado de interiorización con ese tema, no es ciertamente la técnica ni la originalidad, ni la ejecución técnica que son tan importantes en occidente. Hasta tal extremo llega la disciplina imitativa que muchas veces ya no se sabe cuál es el original y cual la copia, muchas veces superando la copia al original. Otras diferencias fundamentales son la total ausencia de perspectiva en sus pinturas, pereciera ser que el pintor no quisiera que el espectador penetrara en sus paisajes, y la ausencia de un interés por reproducir la anatomía humana. Por regla general, lo más alto en una composición china es lo más distante. No se puede dejar de mencionar a la hermana gemela de la pintura que es la caligrafía china y que está estrechamente vinculada a las artes plásticas en todo el Oriente. No solo los países influidos por la cultura china (principalmente Japón y Corea.) han privilegiado la caligrafía como una forma de arte; todos los países islámicos también.
Hay tres estilos básicos de caligrafía china, a saber: el estilo sello que se denomina así por ser el más antiguo y porque los caracteres son de forma predominantemente cuadrada o rectangular. El estilo standard que se usa hoy en día en todo y el estilo cursivo que es el usado sobre todo por los maestros calígrafos y considerado un arte en sí mismo. Se denomina cursivo porque prácticamente todos los caracteres están, aunque sea ligeramente a veces, están ligados entre sí. De esos estilos básicos derivan los equivalentes japoneses del hiragana,katagana y gantchi. Para el occidental, los signos chinos parecen hechos al azar, sin embargo, esto no es tan así como parece ser a primera vista; cualquiera sea el estilo, todos los caracteres se desarrollan dentro de un cuadrado simétricamente subdividido en distintos espacios (arriba). Un trazo específico dentro de uno de estos espacios tendrá un significado muy distinto que si estuviera en otro (diferencia semántica). Esta es la base del aspecto formal que nosotros llamamos composición y cualquier chino suficientemente letrado que sepa escribir dominara a la perfección este tipo de composición de manera automática e inconscientemente de igual manera como el occidental domina las proporciones de sus letras cualquiera sea el estilo caligráfico y su idioma. Estas son, entonces, las diferencias formales fundamentales de la pintura de ambas culturas, el resto es el desarrollo a través del tiempo de las variadas Escuelas y autores y pertenece al dominio de la Historia del Arte.
Enviuado por
Víctor Femenías von Willigmann |