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Sobre el Encuentro Luis Vidales en Colombia

Estimados todos (lo que incluye todas).

Comparto completamente la indignada nota de Anabel Torres (ver más abajo). Pero

Sobre el Encuentro Luis Vidales, en Colombia, por Carlos Vidales

Estimados todos (lo que incluye todas).

Comparto completamente la indignada nota de Anabel Torres (ver más abajo). Pero este "Encuentro Nacional de Escritores Luis Vidales", que ahora es el sexto, merecería en rigor el epitafio del silencio y el boicot de la gente decente. Nada extraño es que no inviten ni se acuerden de espléndidas mujeres que escriben y crean literatura dentro y fuera de Colombia. Extraño podría parecer que ni siquiera se acuerden del hijo de Luis Vidales, Carlos Vidales, quien vive en el exilio, honrosamente merecido y dignamente vivido durante más de medio siglo, a quien, solamente por equivocación, notificaron alguna vez de la realización de su encuentro "Luis Vidales".

A mí no me invitan ni me invitarán jamás porque no les gusto, pero sobre todo porque tienen miedo de que yo les pida una participación de los dineros que perciben por la organización de estos "encuentros" tan bien financiados. Tranquilos. Quédense con todo el dinero, no necesito ni un solo centavo. Tampoco me invitan porque se les ponen los pelos de punta de la sola idea de que yo pudiera ir a Calarcá a reclamar en voz alta todos los libros, obras de arte, documentos, papeles inéditos, fotografías, equipos de sonido, aparatos de radio y muebles que algunos se robaron de casa de mi padre, Luis Vidales, durante los meses previos a su muerte, y que algunos de los epónimos intelectuales del encuentro tienen en su poder sin la menor intención de devolverlos a los herederos del poeta. Tranquilos. Quédense con todo. Ni mi padre, Luis Vidales, ni yo, Carlos Vidales, hemos sido ni somos fetichistas. La inteligencia vale por lo que se crea y se produce, no por los objetos que uno posee o se ha robado, que casi siempre es lo mismo.

Tengo, sin embargo, el derecho legal (porque soy el depositario legal de la herencia intelectual de Luis Vidales) y el derecho moral de denunciar estos "Encuentros" como estafas intelectuales o como "asociaciones para delinquir" según están definidas estas iniciativas colectivas en el Código Penal. No pasaré más allá de esta advertencia: tengo el derecho de actuar por las vías legales. No me gustará hacerlo, pero lo haré sin falta, si continúan con su práctica de exclusiones y discriminaciones contra mujeres, contra negros, contra indios, contra mulatos y contra otros grupos que incluyen a los hijos del poeta cuyo nombre se invoca y en cuyo nombre se obtienen subsidios, dineros, promociones y prebendas.

Nada tengo contra quienes participan en estas actividades, por buena voluntad y por amor a la literatura nacional. Todo tengo contra quienes controlan, organizan y realizan estas actividades con espíritu exclusivista, discriminatorio y definitivamente comercial y financiero.

Mi padre era comunista. A mucha honra, carajo. COMUNISTA, entiéndanlo bien. Borren ustedes su nombre de toda actividad de rosca, de negocio, de juego y carrera en pos de prestigio, de cacería de status. Mi padre tendrá "prestigio" y "status" legítimos cuando Colombia sea comunista o socialista, igualitaria, justa, limpia, honrada, espléndida, maravillosa. Antes no.

No usen el nombre de mi padre para sus ferias de vanidades. Conténtense con lo que le robaron cuando ya estaba a las puertas de la muerte.

Escribo esto, ardiente de ira, como hijo legítimo, depositario legal de la obra y del nombre de Luis Vidales Jaramillo, nacido en la hacienda "Río Azul", cerca de Calarcá, el 26 de julio de 1900, en plena Guerra de los Mil Días, comunista desde diez años antes de que existiera en Colombia el partido de ese nombre, participante y dirigente de los primeros intentos de revolución socialista verdadera en nuestro país, poeta de vanguardia, enemigo de los placeres palaciegos y de los halagos de la celebridad, honesto e íntegro desde el fondo de los cojones hasta la médula de los huesos, hombre que nunca se rindió ni aceptó prebendas del estado capitalista y, en últimas, maestro y forjador de mi integridad y de mi conciencia revolucionaria.

Cada año realizan ustedes un "Encuentro Luis Vidales". Cada año, invariablemente, propinan ustedes una bofetada a los herederos y familia del poeta, excluyéndolos no solamente del "Encuentro" sino, además, de toda información sobre él. Esta es una bofetada en el rostro de mi padre, que yo no perdono.

Quedan notificados.

Estocolmo, agosto 18 de 2013.

-- Un catálogo o inventario de HOMBRES

VI Encuentro Nacional de Escritores Luis Vidales

Por Anabel Torres

Mallorca (España) , Agosto 15, 2013.

Por casualidad esta nota es la gota que colmó mi taza. Ha sido inspirada por la programación del VI Encuentro Nacional de Escritores Luis Vidales, pero la tal gota bien podría haber sido cualquier otro evento literario local, regional o nacional celebrado en Colombia el último año, década o siglo, per saecula saeculorum hasta la Colonia o la Conquista. Cualquier parecido de la programación del encuentro al que me refiero con un catálogo o inventario de HOMBRESno es mera coincidencia.

Veinte ponentes han sido invitados a participar en este encuentro nacional de escritores y entre ellos figuran dos mujeres, Patricia Nieto y Pilar Lozano, periodistas de solvente trayectoria que intervendrán en una charla sobre la relatoría de guerra con Juan José Hoyos – charla casualmente programada a la santa hora de la siesta.

Podríamos aducir que debido al afán mundial de ahorrar en lo cultural, la mayoría de los autores proceden del Quindío, sede del evento, y por azar en esa región se destacaban solo varones en la literatura y las letras. Pero ese argumento tampoco cuela. El cantautor Guillermo Calderón, llamado a clausurar el evento, es huilense; entre los escritores, Mario Jurisch nació en Valledupar, Nahum Montt y Pablo Montoya son de Barrancabermeja, Fernando Cruz Kronfly es de Buga y Pedro Claver Téllez de Santander, para mencionar cinco de los 17 escritores.

Como parodiaba hace la friolera de 70 añitos en su contestataria revista Agitación Femenina(Tunja 1944-46) la pionera periodista y política Ofelia Uribe, las feministas en Colombia – o sea, quienes abogamos por la igualdad de derechos y oportunidades para los sexos – seguimos siendo consideradas como esperpentos. Seguimos siendo consideradas mujeres demasiado feas y resentidas por no haber alcanzado sitio en el banquete del amor. Puedo imaginarme la irritada misoginia con la que será acogida o ignorada mi nota, pero gracias a Diosa, los de NTC … , ¡sí nos publican a las mujeres!

Anhelo el día en que mi país deje de formar parte de ese oscurantismo becerril que elige ignorar a la mitad de la población salvo cuando no le queda más remedio, porque para coraje y solvencia moral a la hora de responder por la relatoría de guerra, Pilar Lozano y Patricia Nieto le harán quitar a cualquiera el sombrero, y si me apuran, cualquier otra prenda. Además hasta yo misma ya he comenzado a regañarme y auto-censurarme por esta explosión de teclas:Anabel, cómo se le ocurre, habiendo como hay ahora en Egipto y otros países post-primavera, mujeres que no se atreven a salir a la calle para no ser víctimas de violaciones colectivas; disputándose Colombia este mismo año 2013 el infame primer, segundo o tercer puesto en el número de mujeres víctimas de ataques con ácido en pleno rostro, etc. etc. ad nauseam, ¡y usted quejándose porque los festivales literarios en Colombia parecen catálogos o inventarios de señores!

Pero sí. Así y todo o estoy necia o soy necia, me dejo el beneficio de la duda para que los lectores lo decidan. Hoy se me colmó esta nota con esta gota, y la taza toda. Y a los que digan que es que no me invitaron, les recuerdo que soy una has-been de la poesía colombiana y que ya no me invitan a encuentros literarios ni de manera virtual. Invitarme físicamente se hace imposible, viviendo como vivo a muchas fanegadas de tierra de Colombia, y a miles y miles de litros y galones de sal pasada por agua.

Gabriel García Márquez llevó a la cresta de la popularidad la lírica y pegadiza expresión popular ‘¿y de la guayaba qué?’ El Nobel y no la novelera, pero igual, yo protesto.

¿Y de las escritoras y cantautoras qué, señores literatos y señores organizadores de eventos literarios? ¿No sienten nada de vergüenza siendo tan arbitrarios con su poder?

A mí no me invitan ni me invitarán jamás porque no les gusto, pero sobre todo porque tienen miedo de que yo les pida una participación de los dineros que perciben por la organización de estos "encuentros" tan bien financiados. Tranquilos. Quédense con todo el dinero, no necesito ni un solo centavo. Tampoco me invitan porque se les ponen los pelos de punta de la sola idea de que yo pudiera ir a Calarcá a reclamar en voz alta todos los libros, obras de arte, documentos, papeles inéditos, fotografías, equipos de sonido, aparatos de radio y muebles que algunos se robaron de casa de mi padre, Luis Vidales, durante los meses previos a su muerte, y que algunos de los epónimos intelectuales del encuentro tienen en su poder sin la menor intención de devolverlos a los herederos del poeta. Tranquilos. Quédense con todo. Ni mi padre, Luis Vidales, ni yo, Carlos Vidales, hemos sido ni somos fetichistas. La inteligencia vale por lo que se crea y se produce, no por los objetos que uno posee o se ha robado, que casi siempre es lo mismo.

Tengo, sin embargo, el derecho legal (porque soy el depositario legal de la herencia intelectual de Luis Vidales) y el derecho moral de denunciar estos "Encuentros" como estafas intelectuales o como "asociaciones para delinquir" según están definidas estas iniciativas colectivas en el Código Penal. No pasaré más allá de esta advertencia: tengo el derecho de actuar por las vías legales. No me gustará hacerlo, pero lo haré sin falta, si continúan con su práctica de exclusiones y discriminaciones contra mujeres, contra negros, contra indios, contra mulatos y contra otros grupos que incluyen a los hijos del poeta cuyo nombre se invoca y en cuyo nombre se obtienen subsidios, dineros, promociones y prebendas.

Nada tengo contra quienes participan en estas actividades, por buena voluntad y por amor a la literatura nacional. Todo tengo contra quienes controlan, organizan y realizan estas actividades con espíritu exclusivista, discriminatorio y definitivamente comercial y financiero.

Mi padre era comunista. A mucha honra, carajo. COMUNISTA, entiéndanlo bien. Borren ustedes su nombre de toda actividad de rosca, de negocio, de juego y carrera en pos de prestigio, de cacería de status. Mi padre tendrá "prestigio" y "status" legítimos cuando Colombia sea comunista o socialista, igualitaria, justa, limpia, honrada, espléndida, maravillosa. Antes no.

No usen el nombre de mi padre para sus ferias de vanidades. Conténtense con lo que le robaron cuando ya estaba a las puertas de la muerte.

Escribo esto, ardiente de ira, como hijo legítimo, depositario legal de la obra y del nombre de Luis Vidales Jaramillo, nacido en la hacienda "Río Azul", cerca de Calarcá, el 26 de julio de 1900, en plena Guerra de los Mil Días, comunista desde diez años antes de que existiera en Colombia el partido de ese nombre, participante y dirigente de los primeros intentos de revolución socialista verdadera en nuestro país, poeta de vanguardia, enemigo de los placeres palaciegos y de los halagos de la celebridad, honesto e íntegro desde el fondo de los cojones hasta la médula de los huesos, hombre que nunca se rindió ni aceptó prebendas del estado capitalista y, en últimas, maestro y forjador de mi integridad y de mi conciencia revolucionaria.

Cada año realizan ustedes un "Encuentro Luis Vidales". Cada año, invariablemente, propinan ustedes una bofetada a los herederos y familia del poeta, excluyéndolos no solamente del "Encuentro" sino, además, de toda información sobre él. Esta es una bofetada en el rostro de mi padre, que yo no perdono.

Quedan notificados.

Estocolmo, agosto 18 de 2013.

-- Un catálogo o inventario de HOMBRES

VI Encuentro Nacional de Escritores Luis Vidales

Por Anabel Torres

Mallorca (España) , Agosto 15, 2013.

Por casualidad esta nota es la gota que colmó mi taza. Ha sido inspirada por la programación del VI Encuentro Nacional de Escritores Luis Vidales, pero la tal gota bien podría haber sido cualquier otro evento literario local, regional o nacional celebrado en Colombia el último año, década o siglo, per saecula saeculorum hasta la Colonia o la Conquista. Cualquier parecido de la programación del encuentro al que me refiero con un catálogo o inventario de HOMBRESno es mera coincidencia.

Veinte ponentes han sido invitados a participar en este encuentro nacional de escritores y entre ellos figuran dos mujeres, Patricia Nieto y Pilar Lozano, periodistas de solvente trayectoria que intervendrán en una charla sobre la relatoría de guerra con Juan José Hoyos – charla casualmente programada a la santa hora de la siesta.

Podríamos aducir que debido al afán mundial de ahorrar en lo cultural, la mayoría de los autores proceden del Quindío, sede del evento, y por azar en esa región se destacaban solo varones en la literatura y las letras. Pero ese argumento tampoco cuela. El cantautor Guillermo Calderón, llamado a clausurar el evento, es huilense; entre los escritores, Mario Jurisch nació en Valledupar, Nahum Montt y Pablo Montoya son de Barrancabermeja, Fernando Cruz Kronfly es de Buga y Pedro Claver Téllez de Santander, para mencionar cinco de los 17 escritores.

Como parodiaba hace la friolera de 70 añitos en su contestataria revista Agitación Femenina(Tunja 1944-46) la pionera periodista y política Ofelia Uribe, las feministas en Colombia – o sea, quienes abogamos por la igualdad de derechos y oportunidades para los sexos – seguimos siendo consideradas como esperpentos. Seguimos siendo consideradas mujeres demasiado feas y resentidas por no haber alcanzado sitio en el banquete del amor. Puedo imaginarme la irritada misoginia con la que será acogida o ignorada mi nota, pero gracias a Diosa, los de NTC … , ¡sí nos publican a las mujeres!

Anhelo el día en que mi país deje de formar parte de ese oscurantismo becerril que elige ignorar a la mitad de la población salvo cuando no le queda más remedio, porque para coraje y solvencia moral a la hora de responder por la relatoría de guerra, Pilar Lozano y Patricia Nieto le harán quitar a cualquiera el sombrero, y si me apuran, cualquier otra prenda. Además hasta yo misma ya he comenzado a regañarme y auto-censurarme por esta explosión de teclas:Anabel, cómo se le ocurre, habiendo como hay ahora en Egipto y otros países post-primavera, mujeres que no se atreven a salir a la calle para no ser víctimas de violaciones colectivas; disputándose Colombia este mismo año 2013 el infame primer, segundo o tercer puesto en el número de mujeres víctimas de ataques con ácido en pleno rostro, etc. etc. ad nauseam, ¡y usted quejándose porque los festivales literarios en Colombia parecen catálogos o inventarios de señores!

Pero sí. Así y todo o estoy necia o soy necia, me dejo el beneficio de la duda para que los lectores lo decidan. Hoy se me colmó esta nota con esta gota, y la taza toda. Y a los que digan que es que no me invitaron, les recuerdo que soy una has-been de la poesía colombiana y que ya no me invitan a encuentros literarios ni de manera virtual. Invitarme físicamente se hace imposible, viviendo como vivo a muchas fanegadas de tierra de Colombia, y a miles y miles de litros y galones de sal pasada por agua.

Gabriel García Márquez llevó a la cresta de la popularidad la lírica y pegadiza expresión popular ‘¿y de la guayaba qué?’ El Nobel y no la novelera, pero igual, yo protesto.

¿Y de las escritoras y cantautoras qué, señores literatos y señores organizadores de eventos literarios? ¿No sienten nada de vergüenza siendo tan arbitrarios con su poder?

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Publicado por Carlos Vidales

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