Próxima edición de Lidia Mansilla
Historia y memoria
El canto a la mujer chilena ha tenido un rol significativo en nuestra poesía. A partir -entre otros- del poeta valdiviano Raúl Rivera (1926), el tema se encamina hacia ese personaje cotidiano, anónimo y heroico en su sobre vivencia más cotidiana. Rivera nos habla desde allí: «Señora Pérez, Sandoval, González,/ señoras majestuosas/ que crían diez chiquillos/ y venden empanadas los domingos./ Señora de los pueblos más pequeños/ de Pinto, de Turquía,/ de Rarinco y de Púa». Por cierto, a partir de la Generación del 50 y de la Promoción Universitaria del 65, la lucha reivindicativa incide en toda escritura y es ineludible registro de la actividad social.
Nuestra primavera en los años iniciales de los 70’s trajo un aire de libertad e igualdad en cuyo proceso y construcción la mujer tuvo una intervención preponderante. La Historia no podrá borrarse y volverá a emergen para dar testimonio de sí misma. Y quienes en ella intervinieron sufrieron, tras el golpe de Estado de 1973 y el intento restaurador de la dictadura, de tortura, muerte, prisión y exilio. Tras ello, de una sombra de olvido.
La poesía, una vez más, habrá de recobrar su carácter historiográfico para dar cuenta, para señalar -y no juzgar- tal infamia y atropello. Esa es la tarea que nuestra poeta Lidia Mansilla Valenzuela se impone en Profundamente humanas. Discurso que ella inicia en un paneo fugaz del día a día actual, de un país derrotado el que, a su vez, arrastra en la caída a muchas de sus congéneres. Su escritura habrá de abrigar tanto la memoria de aquellas, por la adolescencia compartida, como la miseria actual a que han sido condenadas por un sistema económico vil impuesto a sangre y fuego: «He abierto mis ojos para retener/ los instantes primeros del verano,/ ver como las gaviotas surcan el puerto/ con sueños que tiemblan».
Gloria, Cecilia, Reinalda, Jacquelin son algunos de los nombres que en sus versos retornan a la historia y a la memoria. Las han buscado, dicen que se fue a un país extraño, aparecerán simplemente, son frases cargadas de significación que la poeta utiliza para narrarnos su destino, para convocarlas hacia la sanación y hacia el equilibrio cósmico: «cuando tus letras/ terminen de ser descifradas/ y sean naturales podremos vivir/ en sosiego en esta tierra nuestra».
Generosa tarea es la de esta poeta y de su poesía: que sus sombras no se pierdan; pues ellas son los pilares de los nuestro.
Juan Cameron
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Juan Cameron
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